"Una noche muy oscura
y con algunos tragos en el cuerpo
decidí al centro de la ciudad
un intenso viaje comenzar.
Mi vida, mis dolores,
el mundo, las depresiones,
a la basura los fui a tirar.
Pero un bello problema
a mi destino volvió a llegar,
yo sólo quería olvidar
porque no hago más que recordar.
Pasa que cuando llegué
al ombligo de la ciudad,
a un extraño bar fui a caer
y una helada comencé a beber.
Con el tiempo una sensual sombra
a mi mesa se acercó,
quedé hipnotizado de placer
y de su cuerpo me enamoré.
Ella era una dócil bailarina
que prestaba su cuerpo a los demás,
y como queríamos olvidar
esta vez ése cuerpo me lo prestó a mí.
Mi vida, mis dolores,
el mundo, las depresiones,
a la basura la fui a tirar."
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