lunes, 20 de septiembre de 2010

TANTA FELICIDAD


Entró el dolor a mi cama,
lleno de martirios se llenó mi alma.
No le doy tanta importancia,
quizás cuantos han estado como yo.

Salgo a la calle para calmar este malestar
y veo a tantas parejas de la mano,
así crece más aún mi dolor.
De tanto mirar no me di cuenta
que estaba por chocar con alguien más,
era una muchacha que también quería despistar.

Y al mirarnos reímos por nuestra estúpidez,
nos hicimos viejos amigos
y una eterna charla se tomó nuestras vidas.
Hoy si le di importancia
porque desde ayer que esperaba este momento
para darle una pausa a mi agitada vida.

Quizás no todos sientan esta felicidad,
pero si se dieran el tiempo para amar
en ves de odiar y lastimar
todo podría tener un buen final.

Si al menos encontraran el valor
que es estar vivo, libre y sano
seríamos la envidia de nuestros presos
que día a día luchan por un bienestar,
por eso hoy no puedo describir
que en mi cuerpo haya tanta felicidad.